Lo reconozco, me cuesta mucho, muchísimo tirar las cosas, y este año haciendo limpieza y sacando de nuevo lo que voy a llevar de vacaciones, me he encontrado con este bolso.
Ya se, no tiene muy buena pinta, necesita un buen lavado y cambiarle las asas que están destrozadas por el peso que habitualmente soportan……… pero es que es muy cómodo. Es como el bolso de Mary Poppins, puedo llevar mil cosas “necesarias” dentro y aun así, siguen entrando más, así que he decidido que todavía no ha llegado su hora.
Lo primero que hago es desmontar las asas viejas, que realmente es lo único que necesita un cambio.
El material que voy a utilizar es el siguiente
-Cuatro mosquetones giratorios, fuertes, de 30mm de ancho en la parte de paso de la cinta y 55mm de largo en acabado oro viejo, a juego con los ojetes del bolso (MOSQUETÓN 30/55OV)
-Cinta de algodón de 30mm de ancho.
Otro día haremos otro tipo de asas más elaboradas, pero hoy no tengo mucho tiempo y por casualidad tengo cinta para bolsos y mochilas de un color que me va a juego, así que no me voy a complicar más.
He cortado las nuevas asas un pelín más largas que las que tenía, ya que las otras me resultaban un poco justas cuando me colgaba el bolso del hombro. Colocamos los mosquetones, y aunque parezca una tontería, comprobamos antes de coser que las dos asas miden lo mismo, ya que el que un asa sea un poco más larga que la otra , puede hacer que nuestro bolso nos resulte incómodo.
Cosemos ………
Y listo, en menos de un cuarto de hora el bolso está preparado para seguir conmigo un verano más.