El reciclaje es un comportamiento básico en nuestra vida.
Si nos paramos a pensar un segundo y comparamos nuestras casas con el planeta, qué ocurriría si fuéramos amontonando residuos en una de las habitaciones de nuestra vivienda sin posibilidad de deshacernos de ellos de ninguna manera? La “basura” nos ocuparía poco a poco todos los espacios hasta que terminaríamos enterrados en nuestros deshechos.
Estamos convencidos del reciclaje sin embargo también estamos comprometidos con dar una segunda, tercera o cuarta vida a cantidad de materiales que tenemos en nuestra vida diaria. Solo hace falta parar un segundo y pensar antes de tirar.
Un ejemplo son los sacos de comida de nuestros perros. Desde hace un tiempo nosotros vamos guardando estos sacos y les damos una nueva utilidad. Aquí os mostramos un ejemplo por si os puede servir de ayuda
Estos sacos son fuertes y resistentes lo que permite cargar mucho peso. Puedes modificar el diseño del saco haciendo la base más ancha o dejarlo tal cual y tan solo coser unas cintas fuertes a modo de asas.
Ahora utilizamos estos sacos reconvertidos como bolsas de la compra, para reciclar papel o vidrio, en el jardín para guardar y transportar plantas, macetas, herramientas, para guardar los balones o juguetes de los niños……..
Y no nos olvidemos de las bolsas para chuches de los peludetes. Al tener un cierre zip son perfectas para que no se escape nada de lo que hay en el interior. Tienen el tamaño ideal para poder llevar la merienda o el almuerzo. Las puedes dejar tal cual pero si les añades unas pequeñas asas serán más cómodas de transportar, sobre todo si llevas las manos ocupadas. En este caso nosotros no nos hemos complicado la vida y hemos optado por lo más sencillo, unos tornillos de remache para sujetar las asas que hemos realizado con unas cintas de polipropileno
Seguro que a tí se te ocurren muchas más utilidades. Dale una vuelta y recicla!!!